sábado, 15 de septiembre de 2007

¡Hay las setas!


El otro día uno le hicimos una fiesta a uno de mis mejores amigos porque se iba a Canadá a vivir (si, ese sitio en el que la gente tiene la cabeza partida y se tira muchos pedos). El plan era algo tranquilito, con sangría, colchoneta, y musiquilla para ambientar, algo del estilo mecano ("coca-cola para todos y algo de comer"), pues el amigo se iba al dia siguiente de madrugada. El caso es que al final trajo setas para todos pues al irse a vivir fuera no las quería para nada y acabamos todos dibagando y riendo (la paloma muerta envuelta para regalo que le dimos dio mucho juego), y en uno de esos mumentos surgió una de mís divagaciones.
En la película de Indiana Jones y el templo maldito Indy acaba en un pueblo que perfectamente podría pertenecer a los Andes peruanos en el que le dan a comer algo que al parecer es repugnante. Su chica, o lo que sea, le dice que se lo coma que sino se sentiran muy ofendidos. y mi pregunta es ¿hasta que punto o qué estarías dispuesto a comerte con tal de que unos desconocidos no se sientan ofendidos? Ese tipo de escena se repite con gusanos, cucarachas, o simples cuencos hechos de mierda de murcielago, y en todos los casos el protagonista se lo come sólo por no ofender al adorable anciano con 37 hijos que tiene delante y que confía en el chamán para que haga que llueva en la temporada de lluvias y todo eso.

O dios mio, estoy hecho un geek



Si lo sé, es mi tercera entrada en media hora y aún no me he quitado el pijama, que vicio.

Pero el problema es que no soy capaz de guardarme esto al mundo:
Taxi Driver es un peliculón. No se porque he tardado tantos años en verla, pero desde luego es una pelicula de culto. Por la epocá, el ritmo y el doblaje me ha recordado a Blade Runner, una de mis peliculas favoritas y el hecho de encontrarse con una Jodie Foster adolescente ejerciendo de prostituta es algo que a cualquiera arranca una sonrisa, :p

El tabaco y cómo renegar del hijo pródigo

El otro día no se a quién le ohí decir que si el Ducados Rubio se hace con lo que sobra del Malboro o algo así. A mi me entró la curiosidad, pues cuando el suelto no me da para Marlboro, es Ducados Rubio lo que compró. Así que decidí hacer lo que hago siempre, meterme en internet y consultar opiniones.

Pues sorprendentemente, es más fácil encontrar una página en la que se opine de los diferentes tipos de moscas de anzuelo para pescar en el Ebro que una en la que se opine sobre las diferentes marcas de tabaco. De hecho, la única que encontré era americana y por supuesto no decía nada de Ducados.

Y aquí va mi reflexión: porque si fumar es un vicio del que disfrutan (sí sí, hay gente que disfruta de fumar, aunque nadie se lo crea) millones de personas, porque es imposible encontrar una página en la que hablen como dios manda del tabaco, lo mismo que hay miles de enciclopedias de la marihuna o de la cerveza.

Con esto no quiero quitarle la razón a la gente que se dedica a endemoniar al tabaco y escupir al fumador (su razón tienen, y más que demostrada), pero de la misma manera me parece un error negar algo que hacen millones de personas y que forma parte de nuestra vida cotidiana.

Primera entrada

Como es mi primera entrada, dudo mucho que nadie esté ahí para exigirme reflexionar demasiado. Intentare llevar un blog por mi mismo sin acabar pareciendo un geek encorvado estilo "Undergrads" serie americana que recomiendo fevrilmente.

Y es que tengo miedo de entrar en un circulo vicioso en el cual mucha gente ya se a ahogado antes de plantearselo. Mi paradoja es la siguiente:
¿Qué hago? Y aquí se nos plantean dos opciones:
Bloggear mucho y vivir poco, por lo que meteré un montón de paja pero habra noticias cada 5 min., o ,
Bloggear poco y vivir mucho, por lo que es probable que reflexiones interesantisimas y propias de la sobredosis más garrafal se queden en el tintero.